La AFIP ha anunciado que comenzará a controlar los resúmenes de cuenta de las tarjetas de crédito cuyo monto exceda los $ 3.000.– No será una tarea fácil, ya que existen actualmente casi un millón de personas que cumplen con ese requisito.
Este es, según los especialistas, el principal problema de esta medida: el límite sería demasiado bajo, ya que en un mes como Diciembre, con auge del consumo familiar, fácilmente se podría llegar a esa suma, haciendo prácticamente imposible controlar las finanzas de cada contribuyente.
Las empresas de Tarjetas de Crédito estarán obligadas a informar a sus clientes que excedan el límite de $ 3.000.- de gastos, de manera mensual y obligatoria, a diferencia de lo que venían haciendo hasta ahora, donde el proceso era trimestral y por pedido expreso del ente recaudador.
En mi opinión, se trata de una medida, cuanto menos, inoportuna. ¿Alguien puede dejar de saber que la primera medida que tomarán gran parte de los consumidores es dejar de consumir o, al menos, dejar de gastar con la tarjeta y reemplazar el medio de pago por efectivo?
Menos consumo, menos ventas «en blanco», menos recaudación. ¿Se justifica esta polémica medida?
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